Para dos, por favor

Tengo ganas de comerme el mundo.

De saborear cada bosque que pise y llenarme el estómago de ciudades dónde se esconden las mejores historias de amantes.

Quiero que seas el condimento de todos mis platos. Que me acompañes a recorrer cumbres y mares. Que seas el toque dulce de todos mis postres, y la pizca de sal de todos mis primeros.

Y mientras me como el mundo, tengo ganas de comerte.

De comerte esa sonrisa que imagino cada día. Que estoy harta de ver en fotografías, pesado. Tan harta que me sé de memoria la forma en cada una de ellas. Y sólo tengo ganas de verla y devorarla. Empacharme de ti.

Tengo ganas de estar contigo. Así, simplemente.

Porque estoy perdiendo la batalla a mi soledad.

Ahora solo pienso en cosas para dos.

Una aventura para dos, por favor.